lunes, 9 de julio de 2012

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN


ADMA-Sarría

FORMACION,  7-7-2012

Omaira Bohórquez C.



NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN



Nuestra Señora del Monte Carmelo, conocida comúnmente como Virgen del Carmen, una de las  advocaciones de la Virgen María. Su denominación procede del llamado Monte Carmelo en Israel.  Desde los antiguos ermitaños que se establecieron en el Monte Carmelo, Los Carmelitas han sido reconocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen, ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada.

En las palabras de Benedicto XVI, “El Carmelo, alto promontorio que se yergue en las costa oriental del Mar Mediterráneo, a la altura de Galilea, tiene en sus faldas numerosas grutas naturales, predilectas por los eremitas. El más célebre de los hombres de Dios fue el gran profeta Elías, quien en el siglo IX antes de cristo defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Inspirándose en la figura de Elías surgió la Orden contemplativa de los “Carmelitas” familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos como Teresa del Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz. Los Carmelitas han difundido  en el pueblo cristiano la devoción a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándose como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios.”

Existen hoy órdenes Carmelitas masculinas y femeninas y la devoción a la Virgen del Carmen se propagó particularmente en los lugares donde los carmelitas se establecieron.  Hay muchos lugares en el mundo donde se venera la Virgen del Carmen como en España y países de  América Latina, en Venezuela es Patrona del Ejército.

EL ESCAPULARIO CARMELITA  -  ¿Qué es el Escapulario Carmelita?

Según el Papa Pio XII “La devoción del escapulario del Carmen ha hecho descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y temporales”.
El Escapulario es un sacramental.  Un sacramental es un objeto religioso que la iglesia aprueba para que nos ayude a vivir sanamente y a aumentar nuestra devoción.
El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como hacen los sacramentos sino que nos disponen al amor de Dios y a la verdadera contrición del pecado si los recibimos con devoción.
Así como se usan banderas, escudos o uniformes para identificarse, las comunidades religiosas llevan su hábito como signo de su consagración a Dios.  Los laicos no pueden  llevar hábito, pero los que deseen asociarse a los religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario.  La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar.  Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos pizas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda, se usa bajo la ropa, junto con el rosario y la medalla milagrosa, el escapulario es uno de los más importantes sacramentales marianos.
El escapulario originalmente era un vestido superpuesto que cae sobre los hombros y lo llevaban los monjes durante su trabajo.  Con el tiempo se le dio el sentido de ser la cruz de cada día que, como discípulos de Cristo llevan sobre sus hombros.  Para los Carmelitas pasó a expresar la dedicación especial a la Virgen Santísima y el deseo de imitar su vida de entrega a Cristo y a los demás.
El escapulario se originó cuando en el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden Carmelita, él comprendió que sin una intervención de la Virgen a la orden le quedaba poco tiempo; recurrió a María poniendo  la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían.  En su oración la llamó “La flor del Carmelo” y la “Estrella del Mar” y le suplicó la protección para toda la comunidad.
En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario para la orden con la siguiente promesa:
“Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno”.
Aunque el escapulario fue dado a los Carmelitas, muchos laicos con el tiempo fueron sintiendo el llamado de vivir una vida más comprometida con la espiritualidad carmelita y así se comenzó la cofradía del escapulario.  La iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los laicos.
La Santísima Virgen se le apareció al Papa Juan XXII en el siglo XIV y le prometió para quienes cumplieran los requisitos de esta devoción que, “como Madre de Misericordia, con mis ruegos, oraciones, méritos y protección especial, les ayudaré para que, libres cuanto antes de sus penas, sean trasladadas sus almas a la bienaventuranza”.

El escapulario tiene tres significados:
1        El amor y la protección maternal de María: El signo es una tela o manto pequeño donde se ve a María cuando nace Jesús y lo envuelve en un manto.  La Madre siempre trata de cobijar a sus hijos.
2        Pertenencia a María: El escapulario se convierte en el símbolo de la consagración a María.
3        El suave yugo de Cristo: El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar pero que María nos ayuda a llevar.

Con el escapulario se debe vivir como lo que él significa, un signo de identidad como católicos vinculados íntimamente a la Virgen María, con el propósito de vivir plenamente según el bautismo y requiere  que se tenga un estilo de vida sencillo sin apegos materiales, castos y obedientes por amor a Dios.
En momentos de tentación al tomar el escapulario en las manos e invocar la asistencia de la Madre, Ella nos dirige hacia el Sagrado Corazón de su Hijo Divino y el demonio es forzado a retroceder vencido.
La imposición del escapulario se hace preferentemente en comunidad y es necesario que en la celebración quede bien expresado el sentido espiritual de las gracias unidas al escapulario de la Virgen del Carmen y los compromisos que se asumen y debe ser bendecido por un sacerdote e impuesto por él mientras dice una oración.
El escapulario puede darse a una persona no católica, porque él es signo de la Maternidad Espiritual de María y Ella es Madre de todos.
Una vez bendecido el primer escapulario, el devoto no necesita pedir la bendición para escapularios posteriores.  Los escapularios gastados, si han sido bendecidos no se deben echar a la basura, se pueden quemar o enterrar como signo de respeto.
El escapulario no salva por si solo como si fuera algo mágico o de buena suerte, ni es una excusa para evadir las exigencias de la vida cristiana, ni está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que salvará a pesar de lo que se haga o de cuanto se peque.  Los Papas y Santos han alertado acerca de no abusar de la promesa de la Virgen como si se pudiera salvar llevando el escapulario sin conversión.
Vivir en pecado y usar el escapulario como ancla de salvación es cometer pecado de presunción ya que la fe y la fidelidad a los mandamientos es necesaria para todos los que buscan el amor y la protección de María.
Recordemos que el escapulario es un signo poderoso del amor y protección maternal de María y de su llamada a una vida de santidad y sin pecado.
Usar el  escapulario es una respuesta de amor a la Madre que vino a darnos un regalo de su misericordia.  Debemos usarlo como recordatorio que le pertenecemos a Ella, que deseamos imitarla y vivir en gracia bajo su manto protector.


ORACION A LA VIRGEN DEL CARMEN
  Súplica para tiempos difíciles



Tengo  mil dificultades:

Ayúdame

De los enemigos del alma:

Sálvame

En mis desaciertos:

Ilumíname

En mis dudas y penas:

Confórtame

En mis enfermedades:

Fortaléceme

Cuando me desprecien:

Anímame

En las tentaciones:

Defiéndeme

En horas difíciles:

Consuélame

Con tu corazón maternal:

Ámame

Con tu inmenso poder:

Protégeme

Y en tus brazos al expirar

Recíbeme.

Virgen del Carmen, ruega por nosotros.

Amén.






FORMACION, 7-7-2012
Omaira Bohórquez C.


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